martes, 9 de noviembre de 2010

----- Yolenis y la Policía

YOLENYS Y LA POLICÍA

-Pero, vamos a ver, chica. ¿Tú me estás diciendo a mí que a ti te gusta ese viejo?
-Él no es un viejo.
-Ah, ¿y qué es? ¿Un muchacho?
-A mí no me gustan los niños.
-Ya, mira. Pues este hombre, que podría ser tu padre o tu abuelo, en unos años será como un niño, como un bebé al que tendrás que cuidar. ¿Tú pensaste en eso?
-¡Ay, por favor! Pero si John está perfectamente. Nos quedan muchos años de diversión...
-¿Y en el sexo también está perfectamente?
-Yo no tengo queja con él.
-A esas edades las cosas no funcionan igual... sin embargo tú eres joven, no me dirás que él te da todo lo que tú necesitas...
-Ya se lo dije: yo no tengo queja con él. ¿Yo para qué quiero estar todo el día singando?
-Pero, ¿cómo es eso? A ver, explícame cómo es el sexo entre ustedes.
-¿Cómo que le explique?
-Sí. Qué es lo que hacen, las posturas, quién se pone encima y quién debajo...
-¿Y por qué le tengo yo que contar esas cosas a ustedes?
-Porque a mí toda esta historia me parece muy extraña. No me creo que una muchacha linda y joven como tú esté enamorada de ese viejo. Lo que a mí me parece es que todo esto es falso -el policía se acercó a Yolenys-. Te lo diré de otro modo: creo que compraste el matrimonio para marcharte al extranjero.
-¡Pero qué matrimonio voy a comprar yo! ¿Y con qué dinero? ¡Esto no es ningún montaje! ¡Quiero a John! ¿Me oyen?
-¿Y a ti no te da asco chupar una pinga así vieja?
-John tiene una pinga preciosa, para que lo sepan. Y yo no tengo ningún problema con él en la cama, al contrario, ese hombre tiene más energía que muchos cubanos que yo conozco, que no saben hacer otra que estar tumbados mientras sus mujeres le limpian hasta el culo.
-Sigo pensando que hay algo raro en esta historia y vamos a estar vigilando.
-¿Y cuándo no?
-Chica, no te pongas impertinente. Tú te creerás que eres la primera en pasar por aquí, pero yo llevo muchos años en esto y vi muchas cosas, muchas chicas guapas que se fueron con el primero que apareció pensando que con salir de aquí tenían la vida resuelta. Pero eso no funciona, chica. Si lo que buscas es irte, te estás vendiendo. ¿Tú conoces a ese hombre?
-Hace siete años que lo conozco.
-¿Tú sabes que no eres la primera cubana con la que se casa y que la anterior le puso denuncias por malos tratos y por infidelidad?
-Eso son puras invenciones.
-Además, a mí me parece que él no te va a poder llevar a su país, porque nosotros no somos los únicos que tenemos leyes de migración y dos esposas cubanas en tan poco tiempo... no sé qué opinarán en Canadá.
-¿Y quién le dijo que yo me quiera ir?
-¿No te quieres ir?

No hay comentarios:

Publicar un comentario