LA RESACA
La resaca era menos dura teniendo cerca al mar. Bárbara podía tumbarse en la arena. No pensar. Aprovechar que no había nubes (llegarían a media tarde). Mirar las olas.
El mar siempre tenía resaca, pero ésta desaparecía, como la de Bárbara y todos los que convivían en aquél punto por aquellos días.
Diana se levantaba al lado de Thomas y disimulaba su desconcierto.
Bianca luchaba contra su mal humor un día más.
Manuel añoraba a quien no debía añorar con miedo a hacerlo.
Bárbara se bañaba sonriendo.
Fabrizio paseaba por Baracoa esquivando a italianos maduros.
La resaca era importante en aquel viaje.
La resaca era menos dura teniendo cerca al mar. Bárbara podía tumbarse en la arena. No pensar. Aprovechar que no había nubes (llegarían a media tarde). Mirar las olas.
El mar siempre tenía resaca, pero ésta desaparecía, como la de Bárbara y todos los que convivían en aquél punto por aquellos días.
Diana se levantaba al lado de Thomas y disimulaba su desconcierto.
Bianca luchaba contra su mal humor un día más.
Manuel añoraba a quien no debía añorar con miedo a hacerlo.
Bárbara se bañaba sonriendo.
Fabrizio paseaba por Baracoa esquivando a italianos maduros.
La resaca era importante en aquel viaje.
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