miércoles, 22 de diciembre de 2010

Siete- La huida, la sospecha

LA HUIDA, LA SOSPECHA

Fue casualidad que Bárbara mirara hacia el árbol donde Roberto permanecía escondido, observando la escena en el Puntón. El uniforme de policía le confirmó que sus amigos podían estar en problemas, pero no supo reaccionar. Se giró un par de veces y siempre se encontró con la mirada del mulato que la invitaba a seguir su camino sin preguntar.

Cuando llegó a la altura del paseo, Bárbara se encontró con Bianca, que venía de comprar algunas cosas en el agroalimentario. “Lo que quedaba”, le dijo la italiana. Se paró, a pesar de tener prisa, le contó a Bianca lo que acababa de ver y se fumaron un cigarrillo mientras esperaban a ver si pasaba algo con el policía.

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