EL SUEÑO DE BÁRBARA
Durante el tiempo que durmió, que fue el mismo que tardó su padre en comprar el helado y Jimena en hacer la cena, Bárbara fue capaz de babear la almohada de la manera en que sólo lo hacía en las siestas y de tener un sueño muy raro: ella estaba de fiesta en el Rumbos con Yuri, cuando él le presentaba a su novia, una mulata guapa que le resultaba familiar. Bárbara no se enfadaba porque Yuri tuviera novia. Le parecía algo normal. La chica era encantadora y se deshacía en simpatías con Bárbara. Después, los tres se sentaban en una de las mesas y empezaban a hablar a media voz. El tema de la conversación era la manera de que pudieran sacar a la novia de Yuri de allí, una vez Bárbara y él se hubieran casado.
Su padre la llamó para cenar y se terminó.
Al despertar se dio cuenta de que la cara de la novia de Yuri en el sueño era la de Yolenys.
Durante el tiempo que durmió, que fue el mismo que tardó su padre en comprar el helado y Jimena en hacer la cena, Bárbara fue capaz de babear la almohada de la manera en que sólo lo hacía en las siestas y de tener un sueño muy raro: ella estaba de fiesta en el Rumbos con Yuri, cuando él le presentaba a su novia, una mulata guapa que le resultaba familiar. Bárbara no se enfadaba porque Yuri tuviera novia. Le parecía algo normal. La chica era encantadora y se deshacía en simpatías con Bárbara. Después, los tres se sentaban en una de las mesas y empezaban a hablar a media voz. El tema de la conversación era la manera de que pudieran sacar a la novia de Yuri de allí, una vez Bárbara y él se hubieran casado.
Su padre la llamó para cenar y se terminó.
Al despertar se dio cuenta de que la cara de la novia de Yuri en el sueño era la de Yolenys.
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