lunes, 20 de diciembre de 2010

----- Algo antes

ALGO ANTES

Cuando Helen y el policía llegaron al lugar donde se suponía que estaba el yuma con el paquete de droga, sólo encontraron la escopeta de perdigones, tirada con rabia, casi enterrada.

-¡Acá no hay nada, chico! Óyeme, ¿tú no me estarás tomando el pelo? Mejor será que no. ¿Me oíste?
-No sé qué pasó, asere, te juro que el yuma estaba ahí paradito con el paquetón en las manos. Tuvo que escaparse… Mira –y señaló a la escopeta-, allá está la escopeta que mi amigo tenía…
-¿Que escapó? ¿Es que tu amigo es bobo o qué?
-Yo tampoco entiendo, mira…
-Igual, lo que tu amigo es muy listo- continuó el policía en tono irónico.

Meter al policía en aquello no había sido una buena idea.

-Muuuuuuuuuy listo -continuaba-, ¡y se fue con el yuma para repartirse el paquete en cuanto que te fuiste!
-¿Qué tú estás diciendo, desgraciado?
-Mucho cuidado. Aquí el único desgraciado eres tú. ¿O te tengo que recordar con quién estás hablando?
-¿Y qué me harás? ¿Eh? ¿Me vas a detener? Si me detienes tú sabes que vienes conmigo…
-No te creas tan importante… No lo eres. Te puedo mandar a la cárcel en cuantico que quiera. Pero no hace falta. No, si colaboras y me dices cómo se llama tu amigo, lo agarramos y luego arreglamos las cosas entre tú y yo.
-¿Y cómo crees que te voy a decir eso, comemierdas?
-¡Eh, eh, eh! ¿Ya olvidaste lo que te dije? Cuida tu vocabulario, chico, recuerda que quien manda acá soy yo.

Helen calló.

-Ésa es la actitud, chico. ¿Vas a colaborar?
-Serafín. Serafín González, ése es el nombre- mintió.
-¿Tú estás seguro, chico?
-¿Por qué me sigues jodiendo? Ya te dije lo que querías, ¿no?
-¡Modera tu lenguaje! –gritó el policía, al tiempo que le señalaba amenazante, con el dedo cerca de su cara–. Ahora yo me voy a ir y tú te vas a quedar aquí quieto, contando hasta cien, ¿me oíste? Y aquí no pasó nada. Te vas a tu casa. Que te tenga controlado, ¿ok? Y yo me voy a comprobar si es verdad eso que me dijiste, si ese tal Serafín González existe… y más vale que sea verdad, ¿me oíste?

No hay comentarios:

Publicar un comentario