lunes, 24 de enero de 2011

Cinco- Diana también acabó en el cuartel

DIANA TAMBIÉN ACABÓ EN EL CUARTEL

Por la manera de golpear la puerta, Omar supo enseguida que algo no iba bien. Se puso el pantalón y se lanzó al ventanuco que tenía la habitación. Diana, aún vestida, corrió tras él sin pensar en lo que estaba haciendo ni comprender lo que sucedía. La ventana era pequeña y estaba bastante alta, ni siquiera se veía lo que había fuera. El mulato colocó una silla, subió en ella y se encaramó en el hueco de la pared con rapidez, más que eso, con pánico. Ella estaba acojonada también, cualquiera que hubiera visto la cara de Omar lo estaría, y fue peor cuando él se puso a blasfemar y patear la pared con la cabeza fuera.

La española se apartó por miedo a recibir una coz del mulato. Al otro lado de la puerta del dormitorio se oían las voces varios hombres discutiendo con una mujer. Diana se sintió atrapada entre aquellas paredes, entre las voces de ambos lados, en una situación que no controlaba en absoluto, que ni siquiera comprendía. En un país y en una isla extraños.

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